lunes, 29 de junio de 2015

AROAJ creando alternativas a los monocultivos

La crisis sistémica actual nos obliga como mujeres a repensar en nuestra relación con la Tierra, con los modos de producción y consumo, de reinventar una forma de cuidado de la tierra y espacios de relaciones que nos incluyan.

En las Verapaces, nuestra región de origen, la introducción del café y cardamomo por los grandes terratenientes y gobiernos liberales hace unos 150 años hicieron dependientes a comunidades enteras del modelo de agro exportación que ha ido mostrando sus límites. Desde entonces, generaciones enteras de maya-q’eqchi conocieron este modelo: fueron “colonos” en sus propios territorios, trabajaron en las fincas de café y cardamomo, aprendieron a cultivarlos y a sobrevivir en ese sistema que paga precios de miseria, acaba con la biodiversidad y hace vulnerable no solo el suelo sino también la salud de las comunidades. 

Recientemente por causa del cambio climático, cansancio de los suelos, pobre manejo y la falta de la biodiversidad se generaron dos plagas que no han sido controladas la roya en el café y thrips en el cardamomo. Esta tragedia cubre buena parte de las comunidades socias de AROAJ.

Que han hecho las comunidades? 

Esto ha forzado a las comunidades a replantearse nuevas estrategias de sobrevivencia. Algunas familias han empezado a cortar las plantas de cardamomo y de café, pensando tal vez en nuevas producciones. Muchas familias sin ingresos por la venta de esos productos se han visto obligadas a emigrar hacia las fincas de palma africana o hacia las ciudades en busca de trabajos, generalmente trabajos mal pagados en el sector de servicios. Las mujeres adultas se quedan en la casa, a cargo del cuidado de los menores y de la incipiente economía. 

En las comunidades ha empezado un ejercicio colectivo de deconstrucción. Se ha empezado por analizar: las “verdades asumidas” y sus impactos en la vida de las mujeres, talleres prácticos de siembra de hortalizas, las respuestas que están dando mujeres de comunidades de AROAJ y una reflexión sobre el papel de las alianzas. 

Se trata de deconstruir lo que son las falsas premisas del modelo, el sistema finca de corte semi feudal, y el hecho que las comunidades han enviado productos de exportación por generaciones. Uno de los conceptos a revisar es el de desarrollo. La implantación de un modelo hegemónico que beneficia a empresas y empresarios lo que en la práctica significa la explotación despiadada de la naturaleza y la generación de grandes desigualdades nacionales y mundiales. Para implantar ese modelo de desarrollo se están destruyendo las formas de vida y culturas, para esto estamos en la construcción o reactivación de las redes de comercio solidario, el trueque, la solidaridad, el intercambio y las interdependencias esas redes de la vida que garantizan la biodiversidad.

Para este fin hemos iniciado en diciembre 2014, aprovechando el calendario agrícola, donde la siembra de hortalizas comienza a principios del mes de Enero y buscando se fortalezcan las alianzas con otras experiencias entre mujeres indígenas de otras grupos de mujeres con sólidos procesos organizativos de lucha en defensa del territorio, como la Asociación Qachuu Aloom, que en idioma Achi, significa Madre Tierra. Este grupo organizado nos está apoyando con el intercambio de experiencias de resistencia y acción política a través de los bancos de semillas nativas y criollas.